Caracas (otra vez) ya es mi tercer visita a la capital, fuera del susto, fuera de la novatada, ya camino mas seguro de mi, ya me aprendo poco a poco los recovecos, los atajos, fuera de esa paranoia a mil, aunque todavía la tengo nunca se debe salir sin ella en la calles de Caracas, eso lo tengo claro.
Nuevamente cola, entrega de papeles, entrega de comprobantes y recavar nueva información, para esperar el dia de la entrega para poder regresar a casa; esta vez fue algo distinto, mi preocupación fue distinta quise decir, tuve que quedarme una noche, sin tener donde, decido quedarme en un hotel, pero para un pela bola declarado no me puedo dar el lujo de quedarme en cualquier hotel cinco estrellas (una estrella y de vaina). La calidad en este país creo que se distingue mucho en cuanto a la calidad de otros, un hotel bueno ademas de ser limpio, debe tener algo clave y primordial, por lo menos para mi: Seguridad.
Como lo dije, la paranoia es una fiel y amarga compañía cuando estas por las calles de cualquier ciudad en Venezuela, somos considerados uno de los países mas violentos del mundo según un informe publicado por la secretaría de la Declaración de Ginebra sobre Violencia Armada y Desarrollo este año, algo que no me alegra mucho al tener que estar ida y vuelta por carretera y solo en esta jungla, la seguridad en un hotel lo mido por lo mas simple: poder dormir 8 horas recomendadas sin sobresaltarme a la mitad de la noche porque alguien quiere secuestrarme o darme un tiro por mis zapatos mientras intento descansar, no es fácil pero no imposible. Después de caminar 2 horas preguntando y echando un ojo me di cuenta que lo que hay que tener es sentido común, un hotel que tenga 2 o 3 personas mal vestidos con cara de drogos, creo que no es de fiar, no se, digo yo!! Un hotel decente para mi debería cumplir con lo siguiente:
Que tenga una hora de entrada y salida: tan simple como que leas en un letrero "4 horas por 100 Bs" te pone a pensar, pero en que dirección correr.
Que el que te reciba en la entrada del lobby no sea el recoje latas: no es racismo ni que sea clasista, pero en mi país, no se el resto del mundo, por lo general esa gente viene con malandros y secuestradores a sus espaldas.
La recepción y los servicios: que tenga desayuno incluido ya dice mucho (así sean 2 empanadas y un jugo) y que tenga wi-fi, eso ya es lujo.
La habitacion: Cama, almohada, sabana, toalla, televisor con canales de cable, control remoto (previo pago de una garantía para que no te lo lleves) y aire acondicionado, limpios y aseado ¿es mucho pedir? no es simple
Si mantiene todo esto, no tengo ningún problema, esos son los locales rescatables para mi, estos son los lugares que me hacen creer que aun hay esperanza de personas fieles, honestas y trabajadoras que quieren echarle bolas al trabajo de hoteleria en el país.
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