Llega el momento de toda persona donde es justa un cambio, pero radical, de esos que ni tu esperabas uno de esos que uno ve en las películas con fondo musical y todo.
Basta de lamentos y lloriqueos, esa etapa debe pasar de pagina, no más queja, no hablo de optimismo porque se que no lo voy a cumplir pero si enseriarme con ese cambio, que fastidio pensar que hacer o que van a decir, sabotear todo lo que pienso o digo así no se puede.
Dicen que todo está en la mente si es así nos echaron un gran vainon, porque no nos estamos ayudando mucho con el tema de los cambios y no hay manuales, uno tiene que inventarselos, ya que la gente dice que soy muy inteligente me gustaría creérmelo y actuar como un inteligente, supongo que ellos pensarían las cosas y se atreverían hacerlas sin importar lo que pase y asumiendo (otra vez) los errores.
Te levantaste y dentro del itinerario de diligencias que tienes que realizar en el dia, es ir al banco hacer lo que sea pero tienes que ir a estas intituciones desconfiables y poco amigables, y lo primeros que piensas es la soberana cola que te espara porque de paso no se te ocurrio ir en otro momento si no en quincena. estas alli en el lugar de los acontecimientos lo primero que tienes que lidiar es en buscar la fulana planilla, ya sea de deposito o retiro igualno encuentras donde deberian estar, tienes que ir ya sea al cajero o a una de las promotoras, donde todos estan ocupados y nadie te puede ayudar, hasta que te toca ser imprudente he interrumpir por algo an bobo para ellos pero importante para nosotros (de alli debe venir la mania de nosotros los venezolanos de llevarse una paca de planillas a nuestras casas para no pasar por lo mismo y dejar a otros sin estos presiados papeles). Si vienes acompañado le dices al desafortunado que te haga la segunda para que te haga la colita, mi...
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